Era uno de los secretos mejor guardados de Google. Su laboratorio llevaba trabajando más de un año en el proyecto, pero alguien se equivocó y dio al botón de enviar antes de tiempo con una información confidencial que se propagó a gran velocidad por Internet. Chrome, el primer navegador de Google, se hizo público a la fuerza la pasada madrugada pero su estreno oficial empezó el 2 de septiembre, cuando los usuarios de todo el mundo han comenzado a descargarse su primera versión en pruebas desde www.google.com/chrome
Google insiste en resaltar tres palabras a la hora de definir Chrome: estable, rápido e intuitivo.
Los esfuerzos de la compañía se han centrado en estos tres puntos para crear un navegador que repita el éxito de su buscador. "Queremos mantener la misma filosofía en Chrome, que sea sencillo, que no moleste al usuario", ha explicado Hugo Barra, director de Producto de Google.
Chrome, a primera vista, parece un compendio de los muchos avances que ya incorporan los navegadores más evolucionados como la navegación por pestañas o la capacidad de sugerir direcciones con sólo teclear una palabra, pero reinterpretadas y mejoradas por Google.
El enfoque de negocio de Google sí que resulta más sorprendente puesto que Chrome está enteramente basado en código abierto y, a partir de hoy, cualquier desarrollador no sólo puede saber qué tecnología hay detrás de Chrome, si no que la puede utilizar en beneficio propio e incorporarla a sus productos sin ninguna restricción
"Nuestro objetivo es impulsar la industria, que exista más innovación, lo cual va a estimular aún más al usuario", ha insistido Barra que viene a defender esta filosofía de buen samaritano de Google, cuyo objetivo es "organizar la información del mundo" a lo que podríamos añadir "sin pedir nada a cambio", según se deduce de las palabras de sus ejecutivos.
Chrome tampoco va a estar sujeto al sistema publicitario Adsense con el que se explota el buscador. "Chrome no favorece ninguna aplicación, ni tan si quiera las de Google. Sólo queremos el mejor navegador para el usuario", ha subrayado Barra ante las preguntas de los más incrédulos.
Un navegador en lugar de un sistema operativo
El planteamiento de Google es en realidad una apuesta a largo plazo. "Creemos que en los próximos 10 años Internet va a evolucionar más de lo que lo ha hecho en la última década", ha apuntado en una de sus explicaciones Barra, quien no esconde que Chrome está muy unido a su apuesta por la aplicaciones web, donde su compañía realmente puede llegar a descolocar a Microsoft, que ha dominado la informática personal gracias a su control del sistema operativo.
Pero hoy sólo se necesita un navegador para acceder a una hoja de cálculo, al correo electrónico o a un procesador de textos. Y eso Google lo sabe muy bien, pues cuenta con todos estos programas, y ahora también con Chrome, el navegador que dará acceso a sus aplicaciones y a las de otros. "Esperamos que Chrome estimule también el nacimiento de nuevas aplicaciones", ha asegurado Barra.
Google huye de cualquier comentario que resalte la gran hegemonía que está obteniendo en Internet, y defiende que todas sus políticas tratan de generar competencia en la web. ¿Pero qué pasará con Firefox ahora que su principal benefactor crea un navegador propio?
No hay problema, según Google, quien recuerda que acaba de renovar su acuerdo para seguir aportando fondos a la Fundación Mozilla, creadora de Firefox, hasta 2011.
"Nuestra relación con Mozilla no ha cambiado para nada. Seguimos colaborando estrechamente con la comunidad de desarrolladores y Firefox se va a poder beneficiar de todas las innovaciones que hemos incorporado en Chrome", ha asegurado este ingeniero del buscador más utilizado del mundo.
Via: www.elpais.com